Todos luchamos por algo en la vida, ya sea por un amor incondicional o un sueño imprevisible, la cuestión es que cada día de nuestra vida vivimos con ellos, muchas veces con miedo, otras con esperanza, también con ilusión e incluso a veces con desesperación, pero no nos damos cuenta de lo impacientes que somos, lo conformistas y lo gandules que somos por conseguir algo que vemos inalcanzable, pero debemos darnos cuenta que lo que realmente merece la pena es aquello que no nos quita las esperanzas, aquello que nos hace seguir cada día, sea con una sonrisa o una lágrima, no todos los días son soleados, ¿no? La pregunta es: ¿Por qué en tantos momentos de nuestra vida nos conformamos con tan poco? Más de uno sabe lo que realmente merece, lo que realmente puede conseguir, y todos aquellos que no encuentren las fuerzas que necesiten solo puedo decirles una simple cosa, recordad todo aquello que no creíais conseguir nunca, aquello que hoy tenéis a vuestro lado, tal sea un secreto inconfesable o una victoria inolvidable. Estamos aquí para luchar, para poder conseguir todo aquello que tenemos olvidado en nuestro subconsciente, tal vez la vida nos enseñe a vivir cada día, pero también nos prepara para morir algún día, y digo yo, ¿por qué no morir felices, con una sonrisa que no nos quepa en la cara?

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