Nadie es perfecto.

No soy una súper modelo, no tengo un pelo perfecto, ni un novio envidiable. Me gusta comer chocolate, echarme cremas inútiles, ver películas sádicas y gritar de vez en cuando. Mi risa es escandalosa a veces me enfado sin motivos y no me gusta la gente aburrida. Y sí, también me salen granos pero intento disimularlos aunque a veces sea misión imposible. No busco al chico perfecto, solo intento encontrar a un chico que me dé un solo motivo distinto cada día por el que sonreír a la vida. Me gusta vivir improvisando. Se reconocer mis errores pero mi orgullo me impide disculparme por ellos. Soy adicta a los bolsos, a la ropa y a los zapatos de tacón. Casi nunca encuentro mi cama en la habitación por estar camuflada bajo la ropa. Me cuesta hacer las cosas a la primera. Me gusta soñar despierta y pensar en lo que quizás podría ocurrir mañana. Me gusta ir a contracorriente. Hago lo que quiero hacer en cada momento y no lo que la gente dicta. No soy perfecta, ¿pero quién lo es?