Una respuesta.

Un día me preguntaron si creía en el amor, la verdad es que tardé en responder esa pregunta ya que no es cuestión de creer en el sino de sentirlo, pero al cabo de unos minutos mi respuesta fue:
-No, simplemente lo siento, cuando veo a la persona especial que habita en mi corazón, esa persona que me sonríe todas las mañanas, cuando me besa, le beso y luego nos besamos mientras reímos por pequeñas tonterías, cuando me apoyo en su pecho y siento su corazón acelerado, cuando lo abrazo muy fuerte y lo demás deja de tener sentido, definitivamente no creo en el amor, siento que es el amor gracias a esa persona que me enseñó en su momento.

Solo soy una chica normal.

Cambio mucho de idea, no sé lo que quiero ni en el momento que lo quiero, cuanto más lo echo de menos más pienso que tiene que estar lejos, cuando lo quiero cerca me deprimo pero me vienen recuerdos de cuando eramos felices y rió aunque luego de repente lloro, tengo cambios de humor muy repentinos y puedo empezar pensado una cosa y acabar pensando una muy diferente, puedo estar feliz y sentirme triste de un segundo a otro, pero a pesar de todo no soy bipolar, solo soy una chica que quiere que le salga alguna cosa bien en la vida, que no cree en los cuentos pero que como toda chica quiere ser una princesa, pero yo quiero ser la princesa de ese sapo que no se convierta en el príncipe perfecto, solo quiero que ese sapo se acabe convirtiendo en el chico ideal para mi, aunque no sea perfecto, no creo en la perfección, solo quiero que ese sapito se convierta en un chico que me haga sentir suya y que me quiera a pesar de todo, solo soy una chica con sus virtudes y defectos aunque haya más de lo segundo, una chica que en ocasiones juega a ser mayor pero al mismo tiempo quiere volver a esos tiempos en los que la única preocupación que tenía era el jugar eternamente.

No tengo ni idea de que habrá en ese mañana que tanto miedo tengo de conocer, tampoco tengo ni idea de como planearé las cosas ni como saldrán, solo sé que igual que la mayor parte de mis sueños se han roto contra el suelo también han habido sueños que me han echo volar, que me han enseñado a valorar cada segundo de esta vida, no creo que sea una chica diferente, nadie es diferente en esta amarga actualidad llena de hipocresía y mentiras, tampoco me considero especial pero ante todo tampoco soy igual que los demás, simplemente soy yo, una chica que tiene miedo de un futuro inesperado, miedo de crecer, una chica con miedos que afrontará.

Nuestra historia.

Puede que ya no seamos nada, que solo seamos dos desconocidos que se conocen muy bien pero vivimos y creamos nuestra propia historia, nos enamoramos el uno del otro y aunque nos equivocamos fuimos felices, y no me importaría revivir esa gran historia que aunque no duró ese siempre que creímos, duró lo suyo, aun hoy me doy cuenta de que fuiste y eres una gran pieza en mi vida, que en algunos momentos echo de menos nuestros besos, nuestros 'te amo' de cada día y de cada vez que me hacías el amor, que se me ponga la piel de gallina con solo oír tu voz, echo de menos esos detalles y esos secretos que solo tú y yo sabíamos y entendíamos, en ocasiones te echo de menos a ti, y espero que al darme la vuelta en la cama estés ahí, mirándome con una gran sonrisa y ese brillo en los ojos que siempre tenías, pero me doy la vuelta y nunca estás, pero al menos sé que valió la pena, valió la pena arriesgarme e intentarlo contigo y a pesar de todo no me arrepiento y estoy segura que no me arrepentiré porque sé que eres una gran persona y seguirás siéndolo, tuve mis grandes errores al igual que tú, pero algo hice bien y fue amarte, amarte hasta que me dolió, pero en su gran parte mereció la pena y sé que en esa pequeña historia hubo un gran amor.

Sigue adelante.

Y un buen día te levantas y te das cuenta, te das cuenta de todo lo que has perdido durante este largo y eterno camino, pero también de todo lo que has ganado, de lo que has sacrificado y ha valido la pena, te das cuenta de que es un nuevo día, un nuevo capítulo en tu vida y decides no esconderte, no esconder tu gran sonrisa ni tus expresivas lágrimas, no esconder ese sentimiento de felicidad o tristeza, te das cuenta de que todo pasa por algo y solo hay que afrontarlo, con la cabeza bien alta y el cuerpo firme, pisando bien fuerte cada vez que avanzas y queriendo lo que tienes e incluso lo que no, apreciando esos pequeños detallitos que te trae la vida, esos placeres, la ilusión de estar enamorada y la desilusión de un desamor, el levantarte un día con ganas de comerte el mundo y al siguiente solo quedarte en la cama, de gritar bien fuerte lo que sientes y tal vez de a veces no tener ni fuerza para decir palabra, esas pequeñas cosas son las que nos hacen grande en este mundo, en este paraíso llamado vida y que aunque muchas veces sea cruel te enseña a seguir, a seguir aunque sea lo último que desees en ese momento, pero habrá algo que se active dentro de ti, que te dirá que eres una buena persona y que tienes cosas, persona, emociones, sentimientos que puede que nadie haya tenido antes, esos detalles que hacen que tu vida tenga un valor inmenso. 

Tal vez no siempre sea como queramos, tal vez nos equivoquemos con la misma piedra, tal vez caeremos una y otra, y otra, y otra vez, pero ahí estaremos, en el suelo, imaginando todo lo que hemos vivido y nos queda por vivir, imaginando esa vida perfecta de nuestra subconsciente y tal vez ahí, en ese preciso instante, nos daremos cuenta de lo que hemos pasado, lo que hemos vivido, las veces que hemos reído y las que no, pero todo suele tener su porqué, aunque muchas veces, esa pregunta no tenga respuesta, pero de un granito de arena, podemos hacer una gran montaña, y yo quiero hacer mi montaña de sueños no cumplidos, de besos no dados, de amores que no han llegado y sobretodo de ilusiones.